En la ESAPA vivimos múltiples aventuras. No estudiamos casi nada, es como en las series americanas, que nadie va a clase ni nada. Todos los días me voy nervioso a la cama, expectante, imaginando cuál será nuestra próxima hazaña.
Nos compramos unas espadas de mentira, montamos un teatrillo, presenciamos un robo de un bolso, nos fuimos de excursión con Arantza a la Escuela de Arte de Oviedo a ver a Manuel Fernández, fuimos a Motiva, diseñamos cosas, nos sentamos en sillas Wassily (o como las llamamos nosotros, las
Kandinskys, o
Candy and skies), hicimos un
flashmob, fuimos con Coronas a dibujar, se me rompió un botecito de agua, nos hizo fotos que después no se revelaron, hicimos muñecos de fieltro, fuimos a comer al Telepizza y de viaje a Gijón, fuimos a la playa, jugamos a videojueguitos en casa de Álvaro, compramos el libro de Alfredo Navarro, fuimos al zoo, soltamos un elefante en la exposición, jugamos al ping pong en las mesas comunitarias, nos riñeron —dos veces— y nos confiscaron las raquetas, nos hicimos una foto con Isidro Ferrer, me compré tres dvd's de Howdi Gaudi, vimos una exposición en Gijón que no fue para tanto, nos compramos libros, leímos folletos, bebimos café y nos comimos Kinder Bueno's, hicimos tipografías, montamos una banda de rock, nos fuimos a pescar, montamos un refugio de animales, hicimos una película, un falso documental, se derrumbó el ala norte del edificio, hicimos nuevos amigos de diferentes etnias, aprendimos rumano (nivel básico
unde ieste baia), nos cambiamos de peinado, fuimos muchas veces a los chinos, perdimos cientos de autobuses, nos enamoooraaaamos, fuimos al Burger King, nos pusimos coronas, robamos flores y nos las comimos, tuvimos experiencias estéticas cuasimísticas con Paco, llegábamos de noche y salíamos de noche, hicimos un fuerte con cartón, fuimos a buscar la fuente de agua un día muy caluroso y Gus nos enseñó a refrigerarnos mentalmente, nos colamos en el fuerte de las Ashleys, sustituimos al grupo de coro en la función de teatro de Halloween, grabamos encima de una película sin querer y la grabamos de nuevo, con hilarantes resultados, hicimos una espicha, nos comimos un coco, bebimos vino, hicimos una famosa serie de animación, tuvimos contacto con alienígenas, comimos tarta de chuches, leímos la Biblia marcando palabras graciosas, fuimos a Motiva, nos disfrazamos y aprendimos el verdadero significado de la Navidad. ¡Y sólo estamos en el primer curso!
En fin, hacemos muchas cosas, algunas no tan divertidas, algunas no tan legales, pero siempre nos lo pasamos fetén.
